María enamoró a su marido dándole a beber toluache...
- No lo enamoró… lo apendejó!
- Bueno, lo apendejó al pobre... Ahora anda con los ojos caidos, la sueña, la pinta, la hace “Chogüí” y duerme de nuevo con ella en los brazos azules de pluma de ganzo.
María aprendió la magia de su madre, y su madre de la abuela, solo que María se fué directo al grano sin haberlo extraido del campo…
Pasados los treinta dias y llegada la noche, María empezó a llorar rojo, su vientre se inflamó, encendió velas y entonces, ya tendido el catre; abrió sus piernas, le inclinó la cabeza y le dió de beber.
1 comentario:
pos si musa, creo que el vampirismo es mas antiguo que dracula, los literatos y las movies y telenovelas de adolescentes hematofagos
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