De un tiempo al presente, me siguen gustando las mismas cosas; el mismo instrumento, el mismo parque, la misma banca blanca, las mismas calles, sigo pidiendo el mismo combo y me sigo sentando donde mismo, la coca-cola, los animales, los músicos, los payasos, los mismos colores, la madrugada, el agua caliente durante el baño, el café en el auto... Todo lo disfruto mientras lo escribo desde esta ventanita cuadrada. Distinta yo, pero con el mismo corazón  viejo y remendado pa mis 30 años. Hoy amanecí empalagada de recuerdos,a ver si salgo a pasear y de un brinco me escapo. Me gusta... me gusta.

María Toluache

María enamoró a su marido dándole a beber toluache...

- No lo enamoró… lo apendejó!

- Bueno, lo apendejó al pobre... Ahora anda con los ojos caidos, la sueña, la pinta, la hace “Chogüí” y duerme de nuevo con ella en los brazos azules de pluma de ganzo.

María aprendió la magia de su madre, y su madre de la abuela, solo que María se fué directo al grano sin haberlo extraido del campo…

Pasados los treinta dias y llegada la noche, María empezó a llorar rojo, su vientre se inflamó, encendió velas y entonces, ya tendido el catre; abrió sus piernas, le inclinó la cabeza y le dió de beber.