Nuevamente me ha dado por escribir en las noches, tal vez por el insomnio o por el hambre.
Me duele la espalda, el frío y el tabaco., y, alguno que otro recuerdo que de vez en cuando pasa por mi cabeza.

Extraño los besos por las noches, y por las tardes las comidas “hechas en casa”.
Soy demasiado desordenada y desidiosa. A veces, por las mañanas, salgo apurada sin encontrar lo que busco, y ya estando afuera, me gusta ensuciarme toda.

Recuerdo que de pequeña un día, mi madre furiosa tuvo que ir por mi a la primaria solo para obligarme a peinarme jejeje y no la culpo aunque aún, se sigue quejando por lo mismo.

Me embarro de arte los dedos y de pastel de chocolate la lengua cada fin de semana.
He bajado como cinco kilos solo por dejar la coca-cola .

El cielo me deja jugar con el por las noches cuando dejo abierta mi ventana, y me pongo a pedir deseos por cada estrella que cabe en ese pequeño recuadro.

Esta noche el desierto insiste en contarme de nuevo historias de barcos que navegan sobre sus arenas… yo solo me río, seguro es el viento que hace de las suyas como con las emociones de la gente que vienen y van por cada vida.

Es una buena noche… el desierto, las estrellas, y el viento que entra por la ventana pa romper sobre mi cara miles de vibras de tanta gente que habla y habla ignorando que en este momento existe alguien que escribe sobre ellos. Ojalá fuera saliva lo que trajera el viento, porque tengo la boca seca desde hace tiempo y los labios partidos.

Que ganas de un café con mucha azúcar o una coca-cola
Que ganas de un cigarro en esta boca
Que ganas de tener a mi madre aquí pa` que me peinara con ese horrible cepillo
Que ganas de no tener vecinas tan celosas de la coquetería de sus maridos
Que ganas de no tener ganas, pa` no sentir tan feo jajaja, chale me voy pa` fuera a escuchar murmullos, a esquivar miradas y a pasear de nuevo a mis perros en la madrugada.

Buena noche blogósfera…