¡¿Qué quereis...?! Si la ternura por este pansón me ha brotado

-“No se si soy yo el que ha cambiado o es él…" - dijo.

Antes el hijo iba con su padre a jugar basketball todos los domingos por las mañanas. Recuerda que siempre su padre le ganaba en cada partido, y cada que lo hacía, como gesto de triunfo, le cargaba sobre sus hombros y corría como un loco alrededor de la cancha.

"A mi me agradaba que hiciera eso, pero nunca se lo mencioné..."

Así eran los domingos con su padre; A él le gustaba estar con su padre y a su padre le gustaba estar con su hijo...

Y así fué... Hasta que llegó el día que por accidente el hijo logró vencer a su padre con una anotación de tres puntos. En ese momento, el hijo hubiese querido que su padre lo cargara sobre sus hombros "como antes... como en los viejos tiempos", pero dos cosas le impedían al padre hacerlo: La actitud de cansancio que mostraba en ese momento, y el peso del actual cuerpo de su hijo.

Pasaban las semanas y las victorias dejaron de ser accidentales y empezaron a ser continuas, y continuas, y continuas... Y cada domingo, el hijo le ganaba por casi 16 puntos de ventaja a su padre.

Hasta entonces, no se sabe que sucedió, la razón del porqué su padre dejó de acompañarlo los domingos a jugar baloncesto.

-"Creo que empecé a sentirme confundido y solo. No sé si él era el que no quería estar conmigo o ya era yo el que no quería estar con mi padre por su lejania.
Nunca entendí su actitud; Tal vez no me había dado cuenta que él al igual que yo, empezó a crecer.” -

Pa mi pá, que le teme al día en que llegue a ser abuelo

Y quien posterga la vejez cada que cumple años

A mi pansón vegetariano

El culpable de mi temperamento.

Sabelotodo... que ignora este escrito.