De corazas y otras cosas.

Ella, ya preparada se encuentra de pie en la puerta del baño, lo alcanza a distinguir desde ahí. Con un gesto serio, deja caer sus prendas. Se desnuda mientras él la observa desde la cama, cabizbajo se le escapan pequeñas estrellitas de sus ojos y uno que otro "¡Puta madre!"

- ¿Qué pasa? ¿...Tan jodida estoy? - se sonríe, sintiéndose segura la muy caraja

El se aguanta el impulso de abrazarla, lo disimula torpemente con un salto de la cama hacia una silla vieja que se encuentra junto a la ventana, y sentado en ese banquito de madera mira hacia afuera, ignorando que en ese momento, hay mas paisaje en su cabeza que aquel que alcanza a ver por el recuadro de la ventana. Ya es de noche... los coitos, los abrazos y las caricias abundan a estas horas en todas partes, basta con cruzar la calle e interrumpir a los vecinos, esos que se pelean todo el pinche día.
Esta noche, en esta habitación es distinto, al menos para él... ¿Y para ella?, para ella, el sexo carne es.

Ella: No llores werito, no llores...
El: Es que es tan bonito esto... hace mucho tiempo que no me sentía así.