"¡ Qué enojoso es esto! ¡Siempre la misma historia!. Una vez que hemos acabado de construir nuestra casa, nos damos cuenta de que al construirla hemos aprendido, sin sospecharlo, algo que habríamos debido de saber antes de comenzar. Eterno y odioso "demasiado tarde". ¡Melancolía de las cosas acabadas! Más allá del bien y del mal."

-Friedrich Nietzsche-

Hace mas de un par de meses, volvì el tiempo atràs, subì en mi pequeña nave gris y viajè por tres dìas del desierto a la lluvia. Ahora estoy aquì. Lejos de mi familia, de mis amigos y de las tardes hermosas de mi ciudad natal.

No tengo computadora en casa y he cambiado la estètica de un liezo por la barda que abandonanò mi familia hace màs de 14 años.

Cuàntos recuerdos... como si la casa se acordara de la nena de la coleta de caballo.

Existe una mujer en ella, mi perro la saluda todas las noches y por las madrugadas. el pequeño alocado, baja escalones cada noche, me asomo y quieto mira algo moviendo su cola de lado a lado. Hilda le hemos llamado. La vouyerista Hilda y la exibicionista Paola en una casa abandonada de dos pisos, piedra, techo alto y paredes carcomidas...