Se despide de todos en la calle, entra y se asegura de dejar puesta la llave en la puerta.
Entonces… le encuentra la tarde en su cuarto besando la pared, la abraza, penetra su cuerpo. Sus dedos la arañan y se aferra con los ojos cerrados.
No los quiere abrir… No le gusta abrirlos.
-¿lo ves?- Y le sonríe - Sigues aquí…
La lengua se desliza entre ladrillos y su saliva se confunde entre lo sucio.
Sus manos dibujan su silueta toda la tarde. Entonces, al recostarse mojando las sábanas llega la noche y le regala el coito.
El le ha pedido su vestimenta y ella arroja las sábanas al viento
Y desnuda, llora y llora el resto de la noche, porque a su amante de nuevo ha perdido.
Se ha ido…
Pero hoy, lo viste de sábanas mientras imagina su ceño fruncido.
Y entre ladrillo y yeso su corazón desfigurado aún cuelga.
Como duele cuando no se sueña.
Y pa` fantasías, las de sexo gustan mas.
